LÓGICA
BITÁCORA DE CLASE
Bitácora número: 18
Grupo: ___463___ Fecha: 29 de octubre de 2013
Calificación:
_______________
Rúbrica del profesor:
_____________
Alumno:
______________________________________________________________________
(Paterno) (Materno) Nombre
(s)
Unidad III. El Juicio
|
Tema: 3.2. Estructura del juicio. Características: verdad y falsedad
(afirmativo y negativo).
|
Objetivo: Que el alumno comprenda que la propiedad esencial del juicio es
la verdad y la falsedad.
|
Fuentes de consulta:
“La lógica aristotélica.
Los juicios”, en webdianoia.com: http://www.webdianoia.com/aristoteles/aristoteles_log_2.htm
Rodríguez Pérez, Óscar
José, “La esperanza tiene rostros de caminos abiertos”,
|
Apertura
Escucha con atención la canción “canción a
una novia fea”, disponible en:
Identifica
todos los juicios, implícitos o explícitos de la canción y enlístalos a
continuación:
Tú eres fea.
Tú eres desaseada.
Yo soy el
cristiano que tiene miedo.
Tú eres
ninfómana.
Yo soy un
chaval.
Tú eres la
mujer que quiero.
|
Desarrollo / Actividades de aprendizaje
“La relación de dos conceptos da lugar a
la formulación de un juicio. Si se da entre ambos una relación de
conveniencia decimos que el juicio es afirmativo, y en caso contrario,
negativo. El sujeto del juicio es el concepto del que se afirma o niega algo;
el predicado es el concepto que se afirma o niega del sujeto. Aristóteles
distingue en los juicios la materia y la forma. La materia o contenido del
juicio son los conceptos que se relacionan; la forma es la relación que se
establece entre ellos a través del verbo ser. Aristóteles representa el
sujeto del juicio con un signo (S) y el predicado con otro (P) para intentar
separar la materia de la forma: así, la forma del juicio "Juan es
alto" se representaría como "S es P", y la forma del juicio
"Juan no es alto" como "S no es P".
Lee el siguiente texto
y subraya los juicios que identifiques:
Rodríguez Pérez, Óscar
José, “La esperanza tiene rostros de caminos abiertos”.
De tanto correr, Ramoncito casi ni
marcaba las adoloridas plantas de los pies, pues había dejado la suela de los
zapatos sobre el pantano que hacía de suelo del barrio. Pudiera decirse que
flotaba desde su velocidad de niño en la mirada. Todavía tenía la oportunidad
de jadear, de abrocharse en el pecho esas pelotas de aire que se le
atraviesan a uno cuando pretende llegar a un sitio sin haber recorrido el
camino; puro llegar con la mente y sin el cuerpo.
Y pensar que estaban dándose los primeros
besos. Le tomaba la mano Julián con la suavidad de las cayenas cuando reciben
la BRISA Y DOLORES LE MIRABA LOS LABIOS, SOLO LOS LABIOS ABIERTOS LE MIRABA,
ANSIOSA DE QUE SE LE DIBUJARAN DE UNIVERSO EN LOS SUYOS. TANTO ERA AQUEL
EMBELESO, CASI COMO TODOS LOS EMBELESOS QUE SE CONOCEN EN ESTOS LADOS, QUE NO
TOMABAN EN CUENTA EL RUIDO DE LA LLUVIA SOBRE LA PLANCHA METÁLICA DEL TECHO,
MUY PARECIDO AL TALADRO QUE ABRE LOS HUECOS EN EL CEMENTO DE LA CIUDAD;
AGUACERO QUE SE COLABA COMO CULEBRAS RESBALADIZAS Y TRANSPARENTES ENTRE LAS
MADERAS Y CARTONES DEL RANCHO DONDE SE ESCONDÍAN.
UNA GIGANTESCA GOTA DE AGUA RESBALADA
ENTRE LA TORMENTA Y EL PANTANO ERA RAMONCITO, QUIEN NO SABÍA SI TEMBLABA DE
FRÍO POR EL VENDAVAL QUE CAÍA SOBRE SUS DIEZ AÑOS O POR LA ANGUSTIA DE LLEGAR
ADONDE SOLO ÉL SABÍA. NUNCA HABÍA VISTO EL AGUA CON FORMA DE CORTINA DE
HIERRO TRASLÚCIDO QUE CHOCABA CONTRA SUS PARPADOS, NUNCA EL AGUA LE HABÍA
BORRONEADO EL RANCHO DEL NEGRO GUILLERMO DE ESTA MANERA, HACIA DONDE VEÍA
APENAS UNA FIGURA LEJANA QUE LE HACÍA SEÑAS DE NO CONTINUAR A CONTRA QUEBRADA
POR ESE CAMINO. «DEVUÉLVASE MIJO» TRATABA DE DECIRLE EL VIEJO, «ÉSA ES UNA QUEBRADA VIEJA QUE SE ESTÁ
DESPERTANDO». RAMONCITO A SU PASO, APENAS VIO UN CELAJE QUE LEVANTÓ SEÑALES
PARECIDAS A UN BRAZO, AL MOMENTO QUE PASÓ UN LEVE SOPLIDO PERDIDO ENTRE EL
INMENSO RUGIR DE AQUEL OCÉANO CAÍDO DEL FIRMAMENTO POR SUS OREJAS EMPAPADAS.
LES PARECIÓ UNA PERCUSIÓN RÍTMICA
INFINITA AQUEL METAL SONORO, CUANDO SUS CUERPOS FUERON MÁS ALLÁ DEL BESO Y SE
ADENTRABAN EN ESOS SECRETOS DIFÍCILES DE DESCRIBIR CON PALABRAS. COMO YA NO
ERAN GOTAS SI NO GRAN CAÍDA DE AGUA, AQUEL SONIDO LES PARECÍA LA ETERNIZACIÓN
DEL ESTALLIDO ORQUESTAL DE UN TAMBOR, CUYA MANO ARMÓNICA BAJABA DEL CIELO EN
LA PERSONA DEL PROPIO DIOS. MÍNIMO ROCÍO QUE TRASPASABAN EL ZINC, CAÍA SOBRE
SUS DESNUDECES Y DABA SALPICADA TRAVESURA A LOS CHORRERONES DE SUDOR QUE LES
CUBRÍA LA PIEL. SENTÍAN DIALECTOS BENDITOS CAER SOBRE SUS OÍDOS, EN EL BRAMAR
DE AQUEL AGUA DESCONOCIDA QUE NO HABÍA DADO AVISO A SU LLEGADA Y PARECÍA
TAMPOCO ANUNCIAR CUANDO PARTIRÍA. ESTERTOR Y AMOR SE HICIERON UN MISMO
CAMPANAZO Y EL PLACER DEL AGUA CAUSÓ UN LEVE MOVIMIENTO QUE SE DESLIZÓ MÁS
ALLÁ DE LOS CUERPOS. MIRADAS TENSAS SE HICIERON JULIÁN Y DOLORES, CUANDO
TABLAS, METAL Y CARTÓN BAILARON LA PELIGROSA DANZA DEL DERRUMBE.
FUE ESPANTO LA MIRADA DE RAMONCITO,
CUANDO LA QUEBRADA SE VINO SOBRE EL RANCHO CON FUERZA PROPIA DE PIEDRAS Y
PANTANO. LOGRÓ GRITAR LA CONJUNCIÓN DE SUS NOMBRES MIENTRAS VIO EL ALUD QUE
SE LE VINO ENCIMA. ATISBÓ UNA SOMBRA, DE LO QUE PUDO SER SU HERMANO JULIÁN,
AL RETAR LA LLUVIA, ENCARAMADO SOBRE UN PEÑASCO INDETENIBLE, MIENTRAS MIRABA
SU MANO EXTENDIDA HACIA UNA DÉBIL LUZ AMARILLENTA QUE PUSO SER EL VESTIDO DE
DOLORES. COMPRENDIÓ RAMONCITO QUE NO PUDO LLEGAR A TIEMPO, QUE ALGUNOS AVISOS
TARDAN DE VERDAD, QUE LA INTERNET TODAVÍA ESTÁ ALGO LEJOS DEL BARRIO, QUE
TODA ESTA AGUA DEBIÓ VENIR DE UN LUGAR QUE NO ES EL CIELO, QUE LOS CAMINOS
DEL BARRIO SON MÁS LARGOS QUE SUS PROPIOS CÁLCULOS, QUE NO TODAS LAS VOCES
DEL PUEBLO SE OYEN EN EL GOBIERNO, QUE TODOS SUS PENSAMIENTOS SE LE DEVOLVÍAN
CON EL VENDAVAL DONDE EL AGUA LE PERSEGUÍA Y NO SE HABÍA DADO CUENTA.
APENAS LOGRARON PONERSE LAS ROPAS. EL
PANTANO LÍQUIDO PARTIÓ AL RANCHO EN DOS Y UN GOLPE DEL AZAR HIZO QUE SUS
CUERPOS CAYERAN JUNTOS SOBRE UN PLANCHÓN EN FORMA DE DÉBIL BALSA QUE SE FORMÓ
CON LA CAÍDA DEL TECHO. SE AFERRARON ALLÍ BOCA ABAJO, BUSCANDO JUNTARSE LAS
MANOS SOBRE UNOS LISTONES DE MADERA ATADOS CON ALAMBRES. ALGO QUE PARECIÓ POR
INSTANTES LA FIGURA DE UN NIÑO SUBIENDO LA CUESTA Y QUE LUEGO DESAPARECIÓ
ENTRE LA FUERZA DE LA CORRIENTE, LES HIZO PENSAR EN RAMONCITO: ESE PANITA QUE
LES HABÍA CONSEGUIDO LA POSIBILIDAD DE AQUEL PEQUEÑO RANCHO SOLITARIO, PARA
DARSE LA POSIBILIDAD DE SU PRIMER ENCUENTRO. LA BALSA IMPROVISADA SE ORILLÓ
CON VIOLENCIA Y LOS DESPIDIÓ CON LA FUERZA DE LA BAJADA SOBRE PARTE DE UN
CERRO QUE AHORA DESCONOCÍAN: ¿LO QUE FUE LA ENTRADA DE LA CASA DE PRIMITIVO?
¿EL LUGAR DONDE HABÍA ESTADO LA ESCALERA LA COLORADA? ¿LA BAJADA DONDE ESTABA
LA CANCHA DE BOLAS? ¿EL RECODO DONDE FUE EL LOCAL DEL CONSEJO COMUNAL? EL
AGUA QUE ABANDONABA POCO A POCO SU FUROR, HABÍA UNIFICADO LOS QUERIDOS
LUGARES EN UN SOLO MANCHÓN DE TIERRA MOJADA, AHORA VACÍOS DE VIVIENDA. SE
ABRAZARON CUANDO JULIÁN LLORÓ SOBRE LOS HOMBROS DE UNA DOLORES QUE CLAVÓ CON
OJOS SEVEROS SU MIRADA EN EL CIELO.
NO HABÍAN PASADO EN VANO ESOS DIEZ AÑOS
POR LA VIDA DE RAMONCITO. CON BARRO Y SIN BARRIO; CON PANTANO Y SIN LLUVIA,
ESA TIERRA ERA SUYA. PENSABA, MIENTRAS TOMABA UNO DE LOS TANTOS ATAJOS QUE
BIEN CONOCÍA, ENTRE LA PRISA POR PONERSE A RESGUARDO, QUE EL BARRIO SE LE
DESAPARECÍA DE SUS SENTIDOS Y CON LA MIRADA TRATABA DE DETENERLO EN LA
MEMORIA. TAL VEZ LO PUSO BIEN A SALVO EL HECHO DE QUE NO SE ANGUSTIÓ, DE QUE
JAMÁS DESCONOCIÓ SU SITIO, A PESAR DEL GRAN SUSTO QUE EL AGUA LE REGALABA, DE
QUE SINTIERA QUE SU BARRIO, POR MUY MOJADO QUE ESTUVIESE, POR MUY ARRASADO,
EMPANTANADO Y DESAPARECIDO QUE ESTUVIESE, NO LE ABANDONARÍA, NO LE DEJARÍA
SOLO. SE AGUANTÓ EN CUCLILLAS SOBRE EL PRIMER PROMONTORIO QUE HALLÓ, HASTA
QUE EL AGUA FUE SOLO PEQUEÑOS HILOS CANSADOS DE BAJAR SOBRE EL CERRO. CUANDO
LLEGÓ AL PRIMER SITIO CONCENTRADO DE GENTE, RAMONCITO ENMUDECIÓ, SE RECONOCIÓ
EN COMPAÑÍA DE LOS SUYOS, SE SINTIÓ SALVADO.
SU MAMÁ LE ABRAZÓ ENTRE BESOS, LE COLOCÓ
UN POCILLO DE GUARAPO DE CAFÉ TIBIO EN LAS MANOS, UN TRAPO MEDIO SECO SOBRE
EL CUELLO, LA CUARTA PARTE DE UNA AREPA MEDIO ENDURECIDA SOBRE EL MISMO
POCILLO Y LUEGO EL ANUNCIO DE TRABAJO, AYUDA, SOLIDARIDAD HACIA QUIENES SE ENCONTRABAN MÁS AFECTADOS. ANTES DE
UNIRSE AL SOCORRO, SINTIÓ UN PEQUEÑO BOTÍN ENVUELTO EN UN ROLLITO DE PLÁSTICO
DENTRO DEL BOLSILLO DEL PANTALÓN. ERAN CINCO BOLÍVARES QUE JULIÁN LE HABÍA
REGALADO POR MEDIAR CON EL CHINGO ROSENDO, PARA LA UTILIZACIÓN DEL RANCHO EN
AQUELLA TARDE. ENTONCES, SE DIO CUENTA DE QUE RECUPERÓ LA MEMORIA Y ADEMÁS LA
VOZ. Y SE HUBIERA QUEDADO EN UNA HONDA TRISTEZA Y EL LLANTO HUBIERA ESCAPADO
DE SUS OJOS COMO UN SEGUNDO VENDAVAL, DE NO
SER PORQUE EN ESE MOMENTO, VIO A DOLORES ABRAZADA DE SU HERMANO, CUANDO
LLEGABAN DE ALGUNO DE ESOS NO LUGARES ABIERTOS POR EL VENDAVAL, QUE YA EL
POLLO TEÓFILO SE ATREVÍA A MIRAR ENTRE SUS ANSIAS DE VOLVER A DIBUJAR OTRO
BARRIO. «NO MÁS ESPEREN A QUE SE SEQUE ESTE PANTANO Y LE COLOCAMOS CASERÍO A
ESTE CERRO DE NUEVO»— DECÍA CON SU TERQUEDAD DE ALBAÑIL.
ANTES DE INCORPORARSE A LA JORNADA,
RAMONCITO LAVÓ SU POCILLO, SE SECÓ EL CABELLO Y EL PECHO, CAMBIÓ DE PANTALÓN
Y GUARDÓ EN UNO DE SUS BOLSILLOS LA OTRA MITAD DE SU PEDACITO DE AREPA PARA
MÁS TARDE. COLOCÓ SU BILLETICO ANARANJADO, AJADO Y HUMEDECIDO EN EL POTE QUE
LA GENTE CREÓ PARA PRÓXIMAS EMERGENCIAS, ANTES DE SUBIRSE UNA CAJA EN EL HOMBRO
Y VOLVER AL ESFUERZO DEL BARRIO.
|
Actividades
de Cierre
Enlista todos los juicios que hayas identificado en el cuento “La esperanza tiene rostros de caminos abiertos” y, de acuerdo con el
contexto, señala si el juicio es verdadero o falso:
Juicio: _____________
____________ ____________ ______________
Sujeto Verbo (ser) Predicado Verdadero/Falso
El billete es anaranjado/ verdadero
El metal sonoro es una percusión rtimica/ verdadero
La mirada de Ramoncito es de espanto/verdadero
Las voces del pueblo no son oídas/verdadera
El agua que viene no es del cielo/falsa
La balsa es improvisada/verdadero
|
Coevaluación. Intercambia tu ejercicio con un compañero de clase y evalúa su
trabajo con base en la siguiente lista de cotejo:
|
Criterio
|
Sí
|
No
|
1. Identificó enunciados imples que aparecen en
la canción.
|
||
2.
Subrayó los juicios en el texto de Arreola.
|
||
3.
Enlistó los juicios previamente identificados en el texto de Arreola.
|
Calificación:
_________________
Nombre
del alumno que evalúa:
______________________________________________________________________
(Paterno) (Materno) Nombre
(s)
LÓGICA
BITÁCORA DE CLASE
Bitácora número: 18
Grupo: _____463___ Fecha:
30 de octubre de 2013 Calificación: _______________
Rúbrica del profesor:
_____________
Alumno:
______________________________________________________________________
(Paterno) (Materno) Nombre
(s)
Unidad III. El Juicio
|
Tema: 3.2. Estructura del juicio. Características: verdad y falsedad
(afirmativo y negativo).
|
Objetivo: Que el alumno comprenda que la propiedad esencial del juicio es
la verdad y la falsedad.
|
Fuentes de consulta:
“La lógica aristotélica.
Los juicios”, en webdianoia.com: http://www.webdianoia.com/aristoteles/aristoteles_log_2.htm
Rodríguez Pérez, Óscar
José, “La esperanza tiene rostros de caminos abiertos”,
|
Apertura
Escucha con atención la canción “La cosa más
bella”, interpretada por Ramazzotti, disponible en:
Identifica
todos los juicios, implícitos o explícitos de la canción y enlístalos a
continuación:
Yo no sé cómo
comenzamos.
Tu eres la
cosa mas bella.
Ella es la
mujer
|
Desarrollo / Actividades de aprendizaje
“La relación de dos conceptos da lugar a
la formulación de un juicio. Si se da entre ambos una relación de
conveniencia decimos que el juicio es afirmativo, y en caso contrario,
negativo. El sujeto del juicio es el concepto del que se afirma o niega algo;
el predicado es el concepto que se afirma o niega del sujeto. Aristóteles
distingue en los juicios la materia y la forma. La materia o contenido del
juicio son los conceptos que se relacionan; la forma es la relación que se
establece entre ellos a través del verbo ser. Aristóteles representa el
sujeto del juicio con un signo (S) y el predicado con otro (P) para intentar
separar la materia de la forma: así, la forma del juicio "Juan es
alto" se representaría como "S es P", y la forma del juicio
"Juan no es alto" como "S no es P".
Lee el siguiente texto
y subraya los juicios que identifiques:
Rodríguez Pérez, Óscar
José, “La esperanza tiene rostros de caminos abiertos”.
De tanto correr, Ramoncito casi ni marcaba
las adoloridas plantas de los pies, pues había dejado la suela de los zapatos
sobre el pantano que hacía de suelo del barrio. Pudiera decirse que flotaba
desde su velocidad de niño en la mirada. Todavía tenía la oportunidad de
jadear, de abrocharse en el pecho esas pelotas de aire que se le atraviesan a
uno cuando pretende llegar a un sitio sin haber recorrido el camino; puro
llegar con la mente y sin el cuerpo.
Y pensar que estaban dándose los primeros
besos. Le tomaba la mano Julián con la suavidad de las cayenas cuando reciben
la brisa y Dolores le miraba los labios, solo los labios abiertos le miraba,
ansiosa de que se le dibujaran de universo en los suyos. Tanto era aquel
embeleso, casi como todos los embelesos que se conocen en estos lados, que no
tomaban en cuenta el ruido de la lluvia sobre la plancha metálica del techo,
muy parecido al taladro que abre los huecos en el cemento de la ciudad;
aguacero que se colaba como culebras resbaladizas y transparentes entre las
maderas y cartones del rancho donde se escondían.
Una gigantesca gota de agua resbalada
entre la tormenta y el pantano era Ramoncito, quien no sabía si temblaba de
frío por el vendaval que caía sobre sus diez años o por la angustia de llegar
adonde solo él sabía. Nunca había visto el agua con forma de cortina de
hierro traslúcido que chocaba contra sus parpados, nunca el agua le había
borroneado el rancho del negro Guillermo de esta manera, hacia donde veía
apenas una figura lejana que le hacía señas de no continuar a contra quebrada
por ese camino. «Devuélvase mijo» trataba de decirle el viejo, «ésa es una quebrada vieja que se está
despertando». Ramoncito a su paso, apenas vio un celaje que levantó señales
parecidas a un brazo, al momento que pasó un leve soplido perdido entre el inmenso
rugir de aquel océano caído del firmamento por sus orejas empapadas.
Les pareció una percusión rítmica
infinita aquel metal sonoro, cuando sus cuerpos fueron más allá del beso y se
adentraban en esos secretos difíciles de describir con palabras. Como ya no
eran gotas si no gran caída de agua, aquel sonido les parecía la eternización
del estallido orquestal de un tambor, cuya mano armónica bajaba del cielo en
la persona del propio Dios. Mínimo rocío que traspasaban el zinc, caía sobre
sus desnudeces y daba salpicada travesura a los chorrerones de sudor que les
cubría la piel. Sentían dialectos benditos caer sobre sus oídos, en el bramar
de aquel agua desconocida que no había dado aviso a su llegada y parecía
tampoco anunciar cuando partiría. Estertor y amor se hicieron un mismo
campanazo y el placer del agua causó un leve movimiento que se deslizó más
allá de los cuerpos. Miradas tensas se hicieron Julián y Dolores, cuando
tablas, metal y cartón bailaron la peligrosa danza del derrumbe.
Fue espanto la mirada de Ramoncito,
cuando la quebrada se vino sobre el rancho con fuerza propia de piedras y
pantano. Logró gritar la conjunción de sus nombres mientras vio el alud que
se le vino encima. Atisbó una sombra, de lo que pudo ser su hermano Julián,
al retar la lluvia, encaramado sobre un peñasco indetenible, mientras miraba
su mano extendida hacia una débil luz amarillenta que puso ser el vestido de
Dolores. Comprendió Ramoncito que no pudo llegar a tiempo, que algunos avisos
tardan de verdad, que la internet todavía está algo lejos del barrio, que
toda esta agua debió venir de un lugar que no es el cielo, que los caminos
del barrio son más largos que sus propios cálculos, que no todas las voces
del pueblo se oyen en el gobierno, que todos sus pensamientos se le devolvían
con el vendaval donde el agua le perseguía y no se había dado cuenta.
Apenas lograron ponerse las ropas. El
pantano líquido partió al rancho en dos y un golpe del azar hizo que sus
cuerpos cayeran juntos sobre un planchón en forma de débil balsa que se formó
con la caída del techo. Se aferraron allí boca abajo, buscando juntarse las
manos sobre unos listones de madera atados con alambres. Algo que pareció por
instantes la figura de un niño subiendo la cuesta y que luego desapareció
entre la fuerza de la corriente, les hizo pensar en Ramoncito: ese panita que
les había conseguido la posibilidad de aquel pequeño rancho solitario, para
darse la posibilidad de su primer encuentro. La balsa improvisada se orilló
con violencia y los despidió con la fuerza de la bajada sobre parte de un
cerro que ahora desconocían: ¿Lo que fue la entrada de la casa de Primitivo?
¿El lugar donde había estado la escalera La Colorada? ¿La bajada donde estaba
la cancha de bolas? ¿El recodo donde fue el local del Consejo Comunal? El
agua que abandonaba poco a poco su furor, había unificado los queridos
lugares en un solo manchón de tierra mojada, ahora vacíos de vivienda. Se abrazaron cuando Julián lloró sobre los
hombros de una Dolores que clavó con ojos severos su mirada en el cielo.
No habían pasado en vano esos diez años
por la vida de Ramoncito. Con barro y sin barrio; con pantano y sin lluvia, esa tierra era suya. Pensaba, mientras
tomaba uno de los tantos atajos que bien conocía, entre la prisa por ponerse
a resguardo, que el barrio se le desaparecía de sus sentidos y con la mirada
trataba de detenerlo en la memoria. Tal vez lo puso bien a salvo el hecho de
que no se angustió, de que jamás desconoció su sitio, a pesar del gran susto
que el agua le regalaba, de que sintiera que su barrio, por muy mojado que
estuviese, por muy arrasado, empantanado y desaparecido que estuviese, no le
abandonaría, no le dejaría solo. Se aguantó en cuclillas sobre el primer
promontorio que halló, hasta que el agua fue solo pequeños hilos cansados de
bajar sobre el cerro. Cuando llegó al primer sitio concentrado de gente,
Ramoncito enmudeció, se reconoció en compañía de los suyos, se sintió
salvado.
Su mamá le abrazó entre besos, le colocó
un pocillo de guarapo de café tibio en las manos, un trapo medio seco sobre
el cuello, la cuarta parte de una arepa medio endurecida sobre el mismo
pocillo y luego el anuncio de trabajo, ayuda, solidaridad hacia quienes se encontraban más afectados. Antes de
unirse al socorro, sintió un pequeño botín envuelto en un rollito de plástico
dentro del bolsillo del pantalón. Eran cinco bolívares que Julián le había
regalado por mediar con el chingo Rosendo, para la utilización del rancho en
aquella tarde. Entonces, se dio cuenta de que recuperó la memoria y además la
voz. Y se hubiera quedado en una honda tristeza y el llanto hubiera escapado
de sus ojos como un segundo vendaval, de no
ser porque en ese momento, vio a Dolores abrazada de su hermano, cuando
llegaban de alguno de esos no lugares abiertos por el vendaval, que ya el
pollo Teófilo se atrevía a mirar entre sus ansias de volver a dibujar otro
barrio. «No más esperen a que se seque este pantano y le colocamos caserío a
este cerro de nuevo»— decía con su terquedad de albañil.
Antes de incorporarse a la jornada,
Ramoncito lavó su pocillo, se secó el cabello y el pecho, cambió de pantalón
y guardó en uno de sus bolsillos la otra mitad de su pedacito de arepa para
más tarde. Colocó su billetico anaranjado, ajado y humedecido en el pote que
la gente creó para próximas emergencias, antes de subirse una caja en el
hombro y volver al esfuerzo del barrio.
|
Actividades
de Cierre
Enlista todos los juicios que hayas identificado en el cuento “La esperanza tiene rostros de caminos abiertos” y, de acuerdo con el
contexto, señala si el juicio es verdadero o falso:
Juicio: _____________
____________ ____________ ______________
Sujeto Verbo (ser) Predicado Verdadero/Falso
El billete es anaranjado/ verdadero
El metal sonoro es una percusión
rtimica/ verdadero
La mirada de Ramoncito es de
espanto/verdadero
Las voces del pueblo no son
oídas/verdadera
El agua que viene no es del cielo/falsa
La balsa es improvisada/verdadero
|
Coevaluación. Intercambia tu ejercicio con un compañero de clase y evalúa su
trabajo con base en la siguiente lista de cotejo:
|
Criterio
|
Sí
|
No
|
1. Identificó enunciados imples que aparecen en
la canción.
|
|
|
2.
Subrayó los juicios en el texto de Arreola.
|
|
|
3.
Enlistó los juicios previamente identificados en el texto de Arreola.
|
|
|
Calificación:
_________________
Nombre
del alumno que evalúa:
______________________________________________________________________
(Paterno) (Materno) Nombre
(s)
No hay comentarios:
Publicar un comentario